miércoles, 26 de enero de 2011

"DANZA DEL VIENTRE"





DANZA DEL VIENTRE

Uno de los primeros pasos para convertirte en una bailarina envidiada es conocer los principales movimientos de la danza del vientre.

Atrévete! a bailar uno de los bailes más antiguos de los países de oriente medio, norte de África, Turquía, etc.


¿ Qué es?
Es la máxima expresión de la feminidad en el mundo del baile toma forma en un estilo con identidad propia, la danza oriental, más conocida como la danza del vientre.


¿Cómo se baila?
Es bailada al ritmo de la música árabe de antigua tradición cargada de sensualidad y erotismo, está basada en una serie de suaves movimientos circulares y ondulantes en los que participa prácticamente todo el cuerpo, y no sólo las caderas, músculos abdominales, glúteos, piernas, etc.

Unos de sus rasgos más bellos es su capacidad para disociar y coordinar a un mismo tiempo distintas zonas corporales, por ejemplo, los brazos pueden moverse a un ritmo diferente del marcado para la cadera o pelvis.

Quienes piensan que la danza del vientre es toda una provocación sexual desconocen la auténtica filosofía de un estilo que únicamente transmite como ningún otro la belleza y espiritualidad femenina.

¿Cuáles son sus beneficios?
Se leatribuye a esta milenaria técnica de baile múltiples beneficios entre los cuales sobresale, su capacidad de conectar a la mujer profundamente con su feminidad.


Beneficios en cuestiones de salud física:
La práctica continuada de la danza del vientre, es capaz de fortalecer la estructura muscular y el sistema nervioso, corrige los malos hábitos posturales, desarrolla una mayor flexibilidad de las articulaciones, mejora el estado de los huesos, conserva la juventud de la columna vertebral, influye en el funcionamiento de los órganos sexuales internos de la mujer, alivia los síntomas menstruales y de la menopausia, mejora el funcionamiento del sistema cardiovascular, tránsito intestinal, etc.

Veronica Massini y grupo GamourDance Tango ModernoYesterday

domingo, 23 de enero de 2011

"La zapatilla ideal para cada pie."



La elección de un calzado adecuado para cada actividad y tipo de pisada reduce el riesgo de lesiones:

Elegir zapatillas no es tarea fácil. La abrumadora oferta de marcas y modelos confunde desde la vidriera de la casas de deportes. Y es así como la elección suele quedar librada al más o menos certero consejo del vendedor o a nuestro no siempre bien adiestrado criterio.

"La gente elige zapatillas por lo estético. A veces tiene suerte, pero otras veces, no, y elige un calzado que no es adecuado para su pisada ni para sus requerimientos de estabilidad o amortiguación", asegura Gustavo Güerzoni, licenciado en kinesiología y fisiatría, coordinador del Nike Running Lab.

"Es fundamental, también, tener en cuenta el tipo de uso que se les va a dar -agrega Fernando Colombo, Category Manager de Runing de Adidas-, así como el peso del corredor, ya que, a mayor peso, más importante es tener una mejor amortiguación y soportes para que el pie y sus articulaciones no sufran los impactos.

Usar un calzado inadecuado para realizar actividad física no sólo atenta contra el rendimiento esperado, sino que aumenta el riesgo de sufrir lesiones o, dicho de otra forma: "Hay alteraciones de la pisada que pueden llevar a sufrir una lesión, y usar el calzado adecuado es la forma de prevenirlas".

Dime cómo pisas...

Existen tres tipos de pisada: neutra, pronadora o supinadora. La pronación es la rotación hacia adentro del eje longitudinal del pie y, si bien es una respuesta natural del pie para disipar la carga que recibe a cada paso, existen distintos grados de pronación. Y a mayor severidad, mayores son los riesgos de lesión.

"El 90% de las afecciones de miembros inferiores se relacionan con la sobrepronación, que, a su vez, suele estar asociada al pie plano -comenta Güerzoni-. Al igual que las personas de mayor peso corporal, los sobrepronadores necesitan un calzado con máxima estabilidad."

La pisada supinadora, por el contrario, es aquella en la que el pie rota hacia afuera de su eje longitudinal. "Esta pisada se debe, generalmente, a un pie con un arco muy pronunciado -señala Colombo-. Este tipo de pie es muy rígido y carece de movilidad para amortiguar, por lo que puede sufrir distintas lesiones."

La pisada neutra, según aclara, no tiene problemas por corregir. Pero ¿cómo conocer el tipo de pisada propia? Si bien hay signos que pueden delatarlas -los pronadores deforman las zapatillas en su cara interna, mientras que los supinadores gastan rápidamente su cara externa-, hoy existen estudios que permiten realizar una evaluación precisa de la pisada.

Uno de los más modernos es el sistema Footscan. "Consiste en una plataforma con más de 8000 sensores que captan las diferentes presiones realizadas tanto en forma estática como dinámica, durante las distintas fases de apoyo del pie durante la marcha", explica Güerzoni.

Esta evaluación de la pisada arroja, en cuestión de minutos, valiosa información sobre el tipo de pisada y sobre la existencia de alteraciones de la estabilidad en distintas partes del pie, al mismo tiempo que informa sobre cuáles son los puntos de presión o hiperpresión al pisar.

Todo ese cúmulo de información permite determinar cuál es el tipo de calzado más adecuado (para pisadas pronadoras, neutras o supinadoras), y sirve también para la elaboración -en caso de ser necesarias- de plantillas correctivas, funcionales o que aporten un mayor confort.

"Hoy en día, existe una gran diversidad de materiales para las plantillas, que a partir de un preciso diagnóstico de la pisada pueden utilizarse para diseñarlas y personalizarlas, brindando la solución ortopédica necesaria, según peso y edad", afirma Güerzoni.

"Muchos atletas de elite ya están utilizando las plantillas, aun teniendo una pisada considerada normal, con el objetivo de asegurarse estabilidad y confort", concluye.

1000 km
Es la vida útil de un calzado

En promedio, un calzado deportivo puede brindarnos sus servicios entre 800 y 1200 km, no más.

90%
De las lesiones

En miembros inferiores, como la tendinitis del talón de Aquiles, se asocian a pisadas sobrepronadoras.

Domingo 23 de enero de 2011 Publicado en edición impresa

Sebastián A. Ríos
LA NACION